Tienes un evento especial y no te lo piensas: te compras un vestido de lentejuelas. Está claro que es una apuesta segura. Sabes que vas a acertar. Sin embargo, ¿qué pasará con esa prenda una vez la fiesta termine?
Sabemos que no es fácil llevar lentejuelas de día, y más aun sin hacer el ridículo. La clave para poder combinar los brillos sin morir en el intento está en mezclar texturas y estilos diferentes. Es decir, si vas a ponerte una pieza de lentejuelas combínala con un jersey de lana y unas Converse.
Si el look anterior te parece demasiado atrevido, puedes probar con otro mix. Eso sí, siguiendo la norma de mezclar texturas y estilos. Por ejemplo, puedes probarte ese vestido brillante con unas botas cowboy. De esta manera, tu outfit será mucho más informal y ponible.
Por último, si tu estilo es más conservador y no te ves con ninguna de las opciones anteriores no te preocupes. Tú también puedes darle una segunda vida a tu vestido. Cada vez es más común la celebración de una boda en invierno, la ocasión perfecta para reciclar la prenda. Otro evento ideal para volver a repetir el vestido es en la cena de empresa. Lo único que tienes que tener en cuenta es que con otros zapatos, otro abrigo y otro peinado te aseguramos que nadie se dará cuenta de que repites. Y si alguien lo hace, no es el fin del mundo.