El consenso es unánime (nadie negará que el colorete tiene ‘efecto buena cara’ inmediato), pero elegir el adecuado no está exento de cierta complejidad: acertar con el tono más favorecedor es tan importante como dominar su técnica de aplicación. Lo dicen los maquilladores Moi Freire y Wild Van Dijk, responsables de algunos de los beauty looks más alabados de famosas como Lucia Rivera, Alba Galocha o Ana Rujas, entre otras: “el objetivo es verse rejuvenecida, descansada y naturalmente ruborizada”. Lo que hay que evitar: “el exceso de pigmentación y el efecto máscara”.
“El colorete es clave para realzar y dar luz al rostro, aportando un toque de vitalidad y color que marca la diferencia. En verano se convierte en una opción infalible gracias a su durabilidad y a su efecto natural”, asegura Freire.
Paso 1: ¿Cómo elegir el tono correcto?
Lo primero, recalca Wild Van Dijk, es elegir bien el color. “No es lo mismo un colorete para subirte el tono, que uno para verte con más luz en el rostro. Si quieres verte más bronceada, entonces lo que estás buscando son unos polvos con matices dorados y marrones: para acertar con el color, elige siempre una tonalidad más intensa que tu piel, no más. Si el efecto deseado es el de una piel más jugosa, entonces lo ideal son los coloretes en tonos rosados, ácidos y amelocotonados”.
Si eres de las que prueba el producto en la mano o en el antebrazo, debes saber que no lo estás haciendo bien. “Un buen truco es probarlo en el sitio exacto donde después lo vayamos a utilizar. No tenemos la misma pigmentación en las manos y en la cara, y solo así darás con el tono que deseas”.
Paso 2: Evita el efecto máscara
Lo que los profesionales llaman el efecto máscara responde a un error común: “El problema es que hay muchas mujeres que se aplican un tono erróneo (normalmente más intenso que el suyo natural) y excesivo producto. Si elegimos el color que corresponde y aplicamos la cantidad justa, conseguiremos la textura perfecta”, explica Freire.
Paso 3: ¿Cómo lo aplico?
Los dos maquilladores coinciden en que el primer paso para un maquillaje bonito es una hidratación previa de la piel. Después aplican, en este orden, la base del maquillaje, el corrector, unos polvos fijadores y en último lugar, el colorete.
En cuanto a la aplicación del colorete, “siempre en la zona del pómulo, en diagonal hacia la sien, exagerando el gesto hacia arriba, casi hasta el iluminador, como para levantar el rostro”, explica Freire. Y un truco: “Apoya dos dedos sobre la aleta de la nariz y a partir de ahí, donde comienza el hueso del pómulo, empezamos a dibujar siguiendo esa forma ascendente, bien con la yema de los dedos (en crema) o movimientos circulares (brocha)”.
Paso 4: Encuentra la opción ideal
Encontrar el colorete adecuado es más complicado de lo que a priori puede parecer. Algunos pecan de exceso de partículas de brillo que hacen que se vea muy artificial y otros son demasiado oleosos, pesados, por lo que terminan creando el mencionado efecto máscara. Pero no te preocupes: hemos descubierto un colorete perfecto para todas.
Hablamos del último lanzamiento de la firma natural y sostenible Maminat, un colorete universal en forma de polvo compacto que favorece a todo el mundo. Aporta un acabado suave y uniforme y además también nutre e hidrata la piel, pues el 100% de sus ingredientes son de origen natural. A pesar de ser en polvo, no obstruye los poros ni reseca la piel por lo que puedes utilizarlo independientemente de si la tienes grasa, seca, mixta e incluso sensible.
Está disponible en tres tonos, tierra, melocotón y rosa, totalmente modulables, que quedan bien tanto si tienes la piel más clara como si la tienes más oscura.
Al igual que el resto de productos de Maminat, el packaging de los coloretes está hecho de material reutilizable, concretamente de madera y de vidrio. No obstante, se puede recargar, de manera que, una vez que cuentas con el envase, cuando se agota el producto, solo tienes que comprar la recarga (a un precio aún más asequible, para potenciar este modelo más sostenible entre los consumidores).
