Parece que Aitana está más viva que nunca y, la pasada noche, protagonizó el photocall de la fiesta de Navidad que Yves Saint Laurent celebró en Madrid y de la que la cantante es embajadora y no podía faltar. Pero, qué casualidad que las noticias malas siempre vienen acompañadas de un photocall, al día siguiente, ya pasó con Tamara Falcó y su ruptura con Iñigo Onieva y ahora con Aitana. Parece que la intérprete de ‘La Última’ lo ha dejado con Miguel Bernardeau tras cuatro años de intensa relación y ayer saltó la noticia, según una exclusiva que daba la revista Lecturas. Pero, la vida sigue y la cantante se convertía, la pasada noche, en la gran estrella del photocall con un look que estamos deseando replicar, eso es un hecho.
Aitana, que está abrumada por el triunfo de ‘La Última’, su primer proyecto audiovisual, se ha convertido en una de las mujeres con más talento y más comentadas del momento, no solo por su vida personal, si no por su trayectoria profesional. Pero, lo de anoche, es de otro mundo. Aitana se convirtió en la diosa de la venganza con el vestido más sexy que hemos visto en mucho tiempo. Se trata de un vestido transparente en color negro donde se marcaba su silueta y con el que Aitana desafíala las leyes de la sensualidad, dando poca cabida a la imaginación y con el que estaba preciosa.
Si algo tiene Aitana es presencia y saber estar, por ello, la cantante nos demostró que con un nuevo corte de pelo y un vestido que empiedra a cualquier mujer, se puede llegar más lejos que nunca. Y no solo por su figura, si no por su talento y carisma.
Aitana está en al recta final del año y en uno de sus mejores momentos. La cantante está dispuesta a terminar el año en el top con un concierto de despedida para su »11 Razones Tour» y será en el Wizink Center, el próximo 20 de diciembre, tal y cómo nos confirmaba en la rueda de prensa de ‘La Última’, días antes de su estreno. Queremos seguir viendo brillar a Aitana, como siempre y no importa su vida personal para darnos cuenta que está bellísima y más pletórica que nunca.
