¿Ha vuelto la estética ‘bondage’?

La moda está plagada de referencias al sexo, con el objetivo de apelar a los instintos más básicos de los consumidores. Fantasías sexuales, empoderamiento, las referencias son múltiples y, por supuesto, hay un espacio guardado para el sadomasoquismo. Esta práctica evoca rebeldía, sensualidad y poder. Y como no hay nada más que dé más juego que la ropa, los diseñadores han vuelto a abrir sus colecciones a la estética bondage, juguetona a la par que provocativa. Saca el látex y el taconazo, que están de vuelta.

En sus inicios, la estética bondage fue toda una revolución, que no sentó demasiado bien a la población más conservadora. En 1992, Gianni Versace presentó la colección Miss S&M, que estaba cargada de referencias sexuales. El desfile se adentraba en el mundo del fetichismo, con diseños que emulaban arneses, repletos de cuero y cadenas. En aquel momento, las reacciones fueron muy dispares y muchos auguraron un mal futuro para este estilo.

Se equivocaban. Y es que Versace no fue la única firma que se lazó con este estilo. Otros como Tom Ford o Vivienne Westwood han estado ampliamente ligados a la estética fetichista y han hecho gala de ello en numerosas colecciones. Imposible olvidar las colaboraciones de Jean Paul Gaultier con Madonna durante los años 90, que no dejaron indiferente a nadie. De hecho, su legado sigue presente en las colecciones de la casa.

Vuelve el látex

Y parece que 2022 va a ser el momento para rescatar todas estas referencias. O, al menos, eso es lo que podemos deducir después de la presentación de otoño-invierno de esta temporada. Las nueva colección Richard Quinn es toda una apuesta por el sadomasoquismo, con mucho cuero, látex, máscaras y arneses. De hecho, ya hemos podido ver a la cantante Kim Petras luciendo uno de sus diseños en los VMAs de este año. Petras representó a la perfección la esencia de la firma, llevando un vestido de estilo barroco sobre un mono negro de látex con máscara incluida.

Otra de las que se han sumado a la vuelta del látex ha sido Donatella Versace. La firma italiana ha seguido fiel a la estética que tanto le ha dado, aunque esta vez también le ha dado un giro. Los diseños más típicos conviven con alguna apuesta más arriesgada, como los apretadísimos vestidos de látex en colores vivos. Por otra parte, Gucci, en su colaboración con Balenciaga, también ha jugado con la temática ecuestre, incluyendo pequeños detalles en algunos de sus accesorios, como fustas, además de prendas de cuero.

Las ‘celebrities’ apuestan por la estética ‘bondage’

Precisamente Balenciaga ha sido la firma que vistió a Kim Kardashian en la MET Gala de este año. La empresaria se enfundó en un traje negro que la cubría entera. De hecho, literalmente, porque el diseño contaba con una máscara que cubría todo su rostro. Quizás Kardashian sea uno de los rostros públicos más apegados al estilo bondage, pues en las últimas semanas la hemos visto varias veces ataviada con piezas negras, de cuero, con diversas máscaras y antifaces. Y ya sabemos que todo lo que toca, se convierte en oro.

También Billie Eilish protagonizó la portada de Vogue UK con un estilismo que mezclaba lo vintage con lo sensual. En esa ocasión, optaron por un estilismo de la firma británica Atsuko Kudo, especializada en látex. Precisamente, fueron ellos los que también vistieron a Madonna para los VMAs de este año, a los que acudió como todo un referente de la moda fetichista desde sus inicios.