Los beneficios de tomar café

Para muchas personas, el día no puede comenzar sin una taza de café, el rendimiento de la jornada y el humor con el que nos enfrentemos a ella depende de esta bebida que produce, en algunos, un efecto casi mágico. Para otros, la productividad en sus tareas diarias va ligada a la cantidad de café consumida, pues muchas veces es el único aliciente para mantenernos despiertos cuando las tareas que debemos desempeñar nos superan poco a poco. En otras ocasiones, sin embargo, el café es sinónimo de desconexión y placer, de un paréntesis en el día, acompañante de risas o de conversaciones decisivas, un compañero ideal para disfrutar de un momento de calma en la rutina.

El caso es que el café está bien presente en nuestro día a día, y además de las connotaciones que cada uno tenga asociada a esta bebida, su consumo (eso sí, siempre con moderación, pues nada es bueno en exceso) presenta numerosos efectos positivos para nuestra salud.

La cualidad del café que quizás más presente tenemos y uno de los motivos por el que más lo consumimos es la presencia de cafeína. Gracias a la presencia de este psicoactivo, el más consumido en el mundo, nuestro cerebro se mantiene más alerta y nos da la sensación de que nos encontramos más despiertos ante las situaciones que nos toca enfrentar. Sin embargo, hay que tener cuidado con esta sustancia, pues puede provocar alteraciones en el sueño, por lo que muchos expertos recomiendan no tomar más de cuatro tazas de café al día.

Otra de las cualidades de la cafeína es el aumento de los niveles de adrenalina, por lo que para aquellas personas que se dediquen al ejercicio físico, bebida es una buena aliada.  Pero es que la cafeína no solo nos ayuda a mantenernos activos, sino que también es una sustancia natural que ayuda a quemar grasas, por lo que el café es beneficioso también para nuestra digestión.

Además de la cafeína, el café contiene sustancias antioxidantes que varían según la cantidad y el tipo de café, pero que ayudan a retrasar el envejecimiento de las células y pueden actuar como barrera ante la aparición de ciertas enfermedades.

En relación con las enfermedades, otra de las propiedades del café es su efecto combativo contra las migrañas, siendo para algunas personas incluso más eficaz que un analgésico. Por otro lado, tomado con moderación, puede tener un efecto cardioprotector y evitar así el riesgo de insuficiencia cardíaca. Pero, ¡cuidado!, porque el abuso de este puede provocar el efecto inverso y dañar gravemente este órgano.

No solo es nuestro organismo quien se beneficia de las propiedades cafetera, nuestra mente también agradece, y mucho, su consumo. Según estudios realizados por profesionales, el consumo de entre dos y cuatro tazas de café al día disminuye con creces el riesgo de padecer depresión. El mérito se encuentra, de nuevo, en la cafeína, que es la encargada de liberar serotonina y dopamina, quienes se encargan de regular nuestro estado de ánimo.

Para aquellos que son fieles al café después de comer, debemos confesarles la fórmula perfecta para que la productividad de la tarde sea aún mejor. Aunque el café, por todo lo que venimos contando, nos ayuda a mantenernos en vilo, existe otro factor más que, junto a éste, hacen un combo ideal para un mayor descanso y rendimiento: una siesta de 20 minutos. La explicación científica de esta fórmula es que el tiempo que tarda la cafeína en hacer efecto en nuestro cerebro es, más o menos, 20 minutos, por ello es importante que la siesta no exceda este tiempo y aprovechar así todas las ventajas que ambos nos otorgan.

Si antes ya éramos muy fans del café, ahora que conocemos todo lo que nos aporta un consumo moderado del mismo, ¿quién puede resistirse a ese momento de paz acompañados del aroma y el calor de una taza de esta fantástica bebida?