Cynthia Plaster Caster: la groupie que supo marcar la diferencia

Los años 60 están marcados por la contracultura y las ansias de revolucionar todo lo hasta entonces establecido. Son unos años protagonizados por el deseo de libertad y cambio, de dejar atrás las convenciones, de ejercer el amor libre y de serle fiel a todo tipo de excesos. Esta revolución llega, también, al panorama musical, y como buen hijo de su contexto, nace el rock. Con la llegada de este nuevo género musical aparecen los artistas que se convertirán en ídolos y desatarán pasiones, originando, a su vez, un nuevo fenómeno social: el de los groupies, jóvenes admiradores de estos emergentes artistas que aspiran a intimar con ellos a toda costa. Entra las numerosas personas que se suben a esta ola, encontramos una groupie que supo marcar la diferencia con el resto de la corriente de una forma muy singular. Ella es Cynthia Albritton, conocida como Cynthia Plaster Caster, que alcanzó la fama por hacer y coleccionar penes de yeso de estrellas del rock.

Cynthia Albritton nace en Chicago en 1947, y se define a sí misma como “artista y groupie en recuperación”. Su carrera inmortalizando miembros comenzó en 1968, usando como pretexto un trabajo de arte para la universidad. Cynthia era una chica tímida, pero como toda groupie de la época, deseaba alcanzar cierta intimidad con los artistas a los que admiraba. Sin embargo, no se conformó con el método tradicional, buscaba diferenciarse del resto de chicas que perseguían el mismo fin, y junto con una compañera de clase decidieron aprovechar la excusa del trabajo para iniciar un acercamiento original. El cometido de la tarea universitaria era «hacer con yeso algo sólido que pudiera retener su forma», y en comunión con su objetivo de lograr ser más próximas a las estrellas del rock, el dúo bautizado como “las Plaster Caster de Chicago” decidieron que el objeto de su obra fuesen los penes de los artistas.

Para ello, llevaron a cabo un casting de genitales entre diversas personalidades del mundo del rock. Esta excéntrica idea contribuyó a que la tarea de estas dos estudiantes de arte alcanzase cierta fama gracias al boca a boca, llegando así hasta su primer modelo. En febrero de 1968, aprovechando la gira del artista en la ciudad de Chicago y la creciente notoriedad de las Plaster Caster, el pene del mismo Jimi Hendrix se convirtió en el primer molde de yeso que Cynthia Albritton realizaría, y con el que impulsaría su nombre, su fama y su carrera artística. Desde este momento, el resto de su éxito vino casi rodado, especialmente gracias a la ayuda de Frank Zappa, quien encontró de lo más divertido la idea del casting de penes, reconociendo su valor artístico y comercial, y logró llevar a lo más alto a esta singular artista.

Más de 70 hombres han pasado por las manos de Cynthia Plaster Caster para que inmortalizase en yeso su miembro, incluso amplió el mercado con cineastas y otros artistas. En el 2000 comenzó a inmortalizar, también, moldes de pechos de artistas femeninas. Su obra ha estado expuesta en galerías de Nueva York y Chicago, y ella misma ha servido de inspiración para canciones como Five Short Minutes, de Jim Croce o Plaster Caster, del mítico grupo KISS, pese a que jamás llegó a realizar un molde de ninguno de sus componentes. Además, en el año 2001 se estrenó “Plaster Caster”, un documental sobre su figura, su vida y su obra, que impulsó aún más su fama. Ahora Cynthia Albritton ha logrado hacer de su sueño y pasión adolescente su oficio, convirtiéndose en “una fan que tiene fans”.