Consejos para comer, sano, fácil y rico tanto en la oficina como en la universidad

La falta de tiempo, el estrés, las prisas y las jornadas de trabajo (o clases) intensas hacen que descuidemos las comidas entre semana. Buscamos la opción más a mano, como las máquinas expendedoras, que terminan siendo la forma menos sana de comer. Por eso los tuppers caseros son la mejor manera de comer fuera de casa (y una forma de ahorrar dinero) cuando vamos a la oficina o a la universidad.

Comer fuera de casa durante la semana no implica tener que comer “cualquier cosa”.

No hace falta cocinar tuppers todos los días si sabes organizar bien las comidas. Tener bien claro el menú semanal y hacer la compra de manera adecuada es primordial. Así, ¡cocinando un día podemos preparar todos los platos necesarios para la semana! Además, comer fuera de casa durante la semana no implica tener que comer “cualquier cosa”.  Ahora bien, ¿qué podemos llevarnos a la oficina y cómo lo preparamos? Aquí van unos cuantos consejos:

Nuestro tupper tiene que ser equilibrado. La forma más fácil de hacer un plato equilibrado es combinando carbohidratos con proteínas. La pasta, el arroz, el cous-cous (muy fácil de preparar) pueden ser un acompañamiento sano y nutritivo de las proteínas que podemos encontrar en las legumbres, huevos, carne (el pollo es la mejor opción) y el pescado (el atún, las sardinas… en conserva son la opción más fácil para comer pescado sin mucha preparación). Si hablamos de platos saludables y equilibrados no podemos olvidarnos de los vegetales.

A la hora de preparar los tuppers, tenemos que advertir que a la plancha no es lo más adecuado para llevar a la oficina. Los alimentos se secan y pierden sus cualidades, importantes para la ingesta de nutrientes. Lo más recomendable para llevar los alimentos en caliente son guisos, estofados y cremas. Y en frio… las ensaladas son nuestras grandes aliadas. Ensalada de arroz, de legumbres, pasta… Truco: aliñarla en el último momento.

La forma más fácil de hacer un plato equilibrado es combinando carbohidratos con proteínas, sin olvidarnos de los vegetales.

La fruta es nuestra gran alidada a la hora de comer fuera. Puedes llevarla entera sin más preparación que cogerla del frutero o hacer una macedonia, cortando varias en trozos y añadiendo un poco de azúcar (hay que tener cuidado de que no se oxide).

Otro factor importante para una buena alimentación fuera de casa (y en general) es la hidratación. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda beber 10 vasos de agua al día (1,5 – 2L). La mejor forma de no olvidarnos de beber agua es llevando nuestra propia botella/cantimplora.

A la hora de comer, y sobre todo, comiendo fuera de casa, hay que tener mucho cuidado con el azúcar, las grasas y la sal. Los alimentos que contienen en altas cantidades lo ya mencionado pueden dificultar la digestión y hacer más pesadas las horas que pasamos en el trabajo.

Ojo también con las salsas. Hay veces que pueden llevar condimentos excesivamente grasos. Por eso no es muy recomendable comer comida ya preparada que venga con la salsa incluida… ahí es donde están la mayoría de grasas saturadas y azúcares añadidos.

¿Y qué hacemos cuando entre comida y comida el hambre se apodera de nosotros? Siempre podemos picar entre horas, pero eligiendo bien cuales son nuestros snacks. Alejándonos de la bollería industrial y las máquinas expendedoras, los frutos secos son una buena opción. Siempre podemos llevar unos pocos en el bolso. Los cacahuetes, las pasas, las nueces… aportan una gran cantidad de nutrientes.

Siempre podemos picar entre horas, pero eligiendo bien cuales son nuestros snacks

No solo es importante el saber qué comemos, sino también el dónde, el cuándo y el cómo. Cuando nos pasamos tantas horas en la oficina o en la universidad hay que descansar y despejar la mente de vez en cuando. La hora de la comida es un buen momento.

Levántate de la mesa y elige un lugar apartado de la zona de trabajo, charla con los compañeros… No comas entre las entregas y demás papeleo y mucho menos sigas trabajando mientras comes. Hay que comer con calma, masticar despacio y darte el tiempo necesario para descansar, disfrutar y desconectar.