Quien a hierro mata: Un thriller rutinario salvado por Luis Tosar

Es lunes por la mañana, la alarma del móvil suena indicando las 8:30. Me levanto y la apago, en un día normal me hubiese quedado durmiendo un rato (mucho) más, pero hoy era un día especial. Hoy iba a ir a ver la nueva película del director español Paco Plaza titulada Quien a hierro mata. Me vestí corriendo y desayuné un café, cogí el coche y me dirigí al centro. Toda esta euforia contenida desapareció una vez terminada la película.

El argumento es sencillo, Mario es médico en una residencia de ancianos y al mismo tiempo está esperando un hijo con su mujer Julia. Pero su vida cambiará cuando uno de los mayores narcos de Cambados (Galicia), Antonio Padín, ingrese como nuevo paciente. El anciano mafioso reavivará antiguos recuerdos de la vida de Mario y provocará la ira de este.

El reparto está encabezado por uno de los mejores actores españoles de los últimos tiempos, Luis Tosar. El actor nacido en Lugo interpreta de manera solvente su personaje, transmitiendo su dolor y enfado de forma muy convincente. Completan el reparto María Vázquez, Xan Cejudo e Ismael Martínez. En general, los actores son creíbles y la elección es bastante acertada.

Luis Tosar interpreta de manera solvente su personaje, transmitiendo su dolor y enfado de forma muy convincente

En cuanto al film, la historia es floja en su desarrollo. Al principio el argumento es interesante, pero a medida que la película avanza y el director muestra sus cartas, la cinta se vuelve poco original y rutinaria. Muchos de los personajes de la película resultan arquetipos y clichés vistos en incontables películas: el joven “cani” chulo y poco temperamental. El hijo mayor que quiere ganarse la confianza de su padre pero en realidad es un desastre. El protagonista con una dualidad moral y un pasado oscuro que le persigue. Como podemos ver, los elementos se repiten y tampoco es que la manera en la que está contada la película aporte algo nuevo. La forma es convencional.

El desarrollo de la historia es muy convencional y sigue los patrones del género

En el film hay flashbacks y montajes paralelos que están muy desaprovechados y son introducidos de una forma poco natural y que descoloca al espectador.

La banda sonora es acertada, muy presente y genera una sensación de inquietud y suspense durante el visionado. El desenlace de la trama se puede adivinar con facilidad y no existe sorpresa final, algo propio en este tipo de producciones.

La banda sonora es acertada, muy presente y genera una sensación de inquietud

En general, es una película que se deja ver pero que no dejas de mirar el reloj. Porque los 110 minutos que dura la película se hacen largos, tediosos y pesados. Si quieres ir al cine simplemente para no quedarte en casa aburrido puede ser un plan pasable, pero no la recomiendo a aquellos que quieran ver algo nuevo y original.