Manuel Carrasco fue uno de los invitados más esperados en la gala Personaje del Año, organizada por Vanity Fair, un evento que reunió a grandes nombres de la cultura y el espectáculo para rendir homenaje a Gloria Estefan. El artista onubense, siempre cercano y natural, se mostró entusiasmado por celebrar la carrera de una figura que, como él mismo reconoce, ha marcado a varias generaciones con su música y su autenticidad.
A punto de cerrar una de las giras más intensas y exitosas de su carrera, el cantante reflexiona sobre la importancia de mantenerse fiel a las raíces, el equilibrio entre la vida profesional y familiar y el papel que la música ha tenido en todos sus sueños. Con su habitual sencillez, Carrasco habló de Gloria Estefan, de sus hijos y del futuro, siempre con una sonrisa y la serenidad que lo caracteriza.

Hoy se rinde homenaje a Gloria Estefan. ¿Qué significa para ti a nivel musical?
Me parece una súper artista que lleva acompañándonos toda la vida. Ha hecho canciones que quedarán para siempre. Estamos aquí celebrando su carrera, su manera de ser y todo lo que transmite.
¿Qué es lo que más admiras de ella?
Varias cosas, no te diría una sola. Siempre ha hecho una música de raíz que traspasa fronteras y la ha hecho universal, algo que no es fácil. Normalmente uno se suma a las modas, y ella ha mantenido su esencia. Eso me gusta.
Tú también eres un artista muy de raíz. ¿Esa es la clave para conectar con el público?
Todo es válido. Hay artistas que beben de otras fuentes y conectan igual, pero a mí me gusta la gente que ha mamado algo del sitio de donde es y lo expande. Eso me parece bonito.
¿Cómo va la gira?
Uf, está casi acabando. Estoy ya medio malo (ríe), porque me lo estoy pasando tan bien que se me ha hecho muy corta. Acabo el viernes y todavía no me he hecho a la idea.

Durante la gira incluso sufriste una caída…
Sí, pero no fue para tanto, aunque se vio fuerte. A veces te caes y piensas “me maté” y luego no te ha dolido nada. Fue en mi pueblo, había humedad y me resbalé, pero todo bien.
Es una gira exigente. ¿Cómo logras mantenerte zen y no perder el equilibrio?
Uno ya lleva unos años. Cuando sabes la intensidad que tiene una gira, te preparas. Los años pasan, pero me cuido y estoy en forma. Por eso la disfruto tanto.
¿Cómo llevas el tema familiar con tanto trabajo?
Estamos acostumbrados, pero sí, los niños me lo dicen: “Papá, no queremos que te vayas tanto”. Aun así, paso bastante tiempo con ellos. Casi todos los días los llevo al colegio. Antes era diferente, mi padre se iba a la mar y no lo veía en veinte días.
¿Te has perdido cosas por tu carrera?
No lo creo. La vida me trata bien y no soy de quejarme. Estoy yo para quejarme con las cosas que pasan en el mundo, no por eso.
¿Tus hijos te acompañan a los conciertos?
No tanto, pero a veces vienen conmigo. Flipan con los efectos, la luz, los papelillos… eso es lo que más les gusta.
¿Les muestras tus canciones antes de estrenarlas?
Sí, a veces lo hago. Normalmente se portan bien (ríe).

¿Quién es el más exigente en casa?
El pequeño. Es tela. Aunque mi mujer también es muy exigente… y yo igual. Somos una familia exigente, pero disfrutona.
Si el día de mañana tus hijos te dijeran que quieren cantar, ¿te alegraría?
Claro. Si ellos fueran felices con eso, ¿qué le voy a decir? A mí la música me ha dado la vida. Todos los grandes sueños que he cumplido han sido gracias a ella.
¿Te imaginas una dinastía musical familiar?
No, no estamos presionando a los chiquillos ni a mí tampoco (ríe).
¿Te sientes pleno a nivel personal y profesional?
Sí.
Yo te veo espectacular.
Pues ya está (sonríe).














