La noticia musical de la semana ha sido, sin duda, el esperado regreso de La Oreja de Van Gogh con Amaia Montero en 2026, acompañado de una gira que ha recibido elogios masivos de sus seguidores. Sin embargo, el anuncio también ha generado especulaciones sobre la capacidad de la cantante para afrontar un tour de tal envergadura, así como el recuerdo de antiguos conflictos públicos que Amaia tuvo con otras artistas, como Malú, durante aquel intercambio de indirectas en Twitter que llegó a los titulares.
Este fin de semana, la hija de Pepe de Lucía acudió al concierto solidario de Cadena 100, Por Ellas, donde se convirtió en una de las voces más esperadas de la noche. Allí, ante los medios, fue preguntada por la vuelta del grupo y, en particular, por Amaia Montero. Con naturalidad y sin rastro de rencor, Malú destacó el talento de ambas cantantes. “A mí me parecen dos pedazos de artista las dos”, aseguró.
Ver esta publicación en Instagram
La intérprete no dudó en elogiar tanto a Leire Martínez como a Amaia Montero, subrayando que ambas son “artistazas” y que, estén donde estén, dentro o fuera del grupo, seguirán siendo grandes. Unas declaraciones que ponen fin, de forma elegante y definitiva, a cualquier rumor sobre viejas rencillas entre las artistas y muestran su respeto mutuo en la actualidad.
Además, sus palabras reflejan un gesto de madurez y reconciliación, dejando claro que los fantasmas del pasado no tienen cabida en la actualidad musical. La actitud de Malú demuestra que, más allá de los titulares antiguos, lo importante es el talento y la trayectoria de cada artista, y no los conflictos que puedan haber existido.
Con estas declaraciones, la cantante ha calmado a los seguidores que se preguntaban si los antiguos desencuentros afectarían la relación profesional o personal entre las protagonistas de esta historia musical. Ahora, tanto Amaia como Leire pueden centrarse en su música y en la gira sin la sombra de polémicas pasadas, mientras que Malú se sitúa como una voz conciliadora que valora y respeta a sus colegas.
Una muestra más de que, en la música, el talento y la profesionalidad siguen estando por encima de cualquier antiguo enfrentamiento, y que el regreso de La Oreja de Van Gogh puede celebrarse con entusiasmo y sin polémicas innecesarias.















