Lo que no sabías de los looks de Nochevieja de Cristina Pedroche

Desde 2014 la presentadora Cristina Pedroche se encarga de dar la bienvenida al año nuevo, pero no lo hace de cualquier manera. Las transparencias, la pedrería y el encaje han sido los elementos clave de sus looks año tras año pero, ¿cuál es el mensaje real y más importante?. Los estilismos de Cristina van mucho más allá de estar perfecta la última noche del año, es toda una reivindicación por la libertad de las mujeres para llevar puesto lo que consideren mejor para ellas.

El 31 de diciembre de 2014, optó por un vestido de Charo Ruiz cargado de transparencias, encaje y gasa en la falda con una caída muy elegante. Personalmente creo que no es un vestido al que se le pueda calificar como «vulgar», ya que dentro del protagonismo de las transparencias no ha arriesgado en color y el resultado ha sido sofisticado y sensual a partes iguales.

Para despedir el 2015,  eligió un diseño joya de Pronovias de Hervé Moreau, director creativo de la firma. Con corte sirena, bordado a mano y más de 20.000 cristales tallados, además de las clásicas transparencias, Cristina no dejó a nadie indiferente con este look tan espectacular.

En 2016, volvió a elegir a Pronovias para su aparición en las campanadas. Bajo una capa roja nos sorprendia con un cuerpo corsé de terciopelo azul noche y escote corazón bordado con estrellas de plata. La falda se confeccionó con tul del mismo color.

Por último, para empezar este año 2018, que dejaremos atrás esta noche, Cristina volvió a confiar en Pronovias por tercera vez consecutiva llevando un jumpsuit transparente de encaje blanco muy similar al vestido joya que lució en 2015.

¿Qué sabemos del look con el que nos sorprenderá la presentadora este 31 de diciembre? será de la firma Tot-Hom y, según la directora creativa Marta Rota será un «vestidazo, con moda, clase y elegancia». Lo que tenemos claro es que Cristina Pedroche va a estar impecable esta noche no sólo porque el look elegido sea increíble, sino porque ella es una mujer que se siente bien con lo que lleva y eso es lo único que debería importar.