Uno de nuestros ansiados festivales de cine por fin ha llegado. El Festival de Cine de Málaga da el pistoletazo de salida mediante la tradicional alfombra roja, donde celebridades del mundo de los focos (y algunx que otra petardx) se someten al hedonismo de los flashes y a la curiosidad de los periodistas.
En líneas generales, la alfombra de la inaguración ha dejado mucho que desear. Que lo mejor de la red carpet, según los grandes medios, haya sido Irene Escolar con un vestido de Dior, que digan lo que digan, no le hacía ningún favor, ya acontecía el desastre.
Así que, dicho y hecho. Algunas que se salvan. Otras, sin embargo, han sido condenadas al suspenso por falta de buen gusto. ¡Repasemos!
La veterana de la noche dio a todas las millennials una lección de buen gusto. Menos es más. Julia Gutiérrez Caba elige al negro como representante de la elegancia y persigue los consejos de la Vecina Rubia: qué viva el brilli brilli.
Natalia se atreve con un vestido mini de corte asimétrico, el cual le permitía lucir sus piernas tonificadas. Los colores nudes, condecorados con toda esa pedrería, la ha lanzado al firmamento para brillar con el resto de estrellas. En cuanto al calzado: sandalias de Jimmy Choo.
La actriz Irene Montalà nos traslada hacia los caminos del estilo, el romanticismo en su estado más puro y la sensualidad. Su vestido, de gasa y con escote de vértigo.
La actriz nos devuelve lo mejor de la época dorada de Hollywood. Con un vestido con cola, lazo y mangas abullonadas, demuestra que los pasteles también son una opción para la red carpet.
La sorpresa llamativa de la noche ha venido precedida por Ivana Baquero. La originalidad de su vestido ha enamorado a los flashes. Corsé azul y plumas amarillas. Un verdadero espectáculo.
Fantasía. Circo. Reivindicación. Feminismo. Todas esas palabras encajan en la apuesta de Ingrid García-Jonsson. La actriz se ha presentado en el festival con un vestido rojo combinado con una blusa de perlas y paillettes de estilo circense. Además, lo acompaña con una frase reivindicativa en favor del empoderamiento femenino.
Lo bueno siempre sabe a poco. Qué comience el desastre…
La cantante Diana Navarro escogió una silueta princesa de color blanco con detalles florales. No le favorece. Está claro que no todo el mundo puede ganar.
Es el claro ejemplo de que el negro no siempre es la opción correcta. Este vestido se ha quedado estacado en los 2000, y ella con él.
Será muy negro, muy elegante y muy largo; pero a nosotros no nos ha terminado de convencer. Ese contraste desorbitado de mangas folclóricas y geométricas no sabemos por dónde encajarlo. Y nos da rabia, porque Elena siempre (o casi siempre) triunfa.
En el festival de cine también hay espacio para los triunfitos. Nos encanta el rollo de Marta, pero la mezcla Palomo trá trá no nos termina de emocionar. Y esas uñas… Rosalía solo hay una.
Carlos, ¿es que tu madre no te ha enseñado que la camisa va por dentro?
La primavera ha llegado. En eso estamos de acuerdo, pero este vestido es un espanto (le pese a quien le pese).
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