‘Kinky boots’ inunda Madrid de felicidad y reivindicación

En 2005, llegó a los cines la película Kinky boots, que logró conquistar a la audiencia. Esta gran acogida, propició que la obra se convirtiese en musical en el año 2012. Dirigida por Jerry Mitchell, la adaptación cosechó un éxito arrollador y consiguió seis premios Tony, entre ellos, el de mejor musical. Ahora, ha llegado el momento de comprobar cómo funciona en España esta producción, que ya es todo un imprescindible para los seguidores del género.

Daniel Diges encarna a Charlie, un joven que hereda la fábrica de calzado de su padre, pero entra en quiebra. Para revivirla, decide viajar a Londres en busca de inspiración. Allí, se encuentra con Lola, una drag queen, interpretada por Tiago Barbosa, que le ayudará a encontrar el camino del éxito. Juntos deciden iniciar una aventura en la que Charlie redirige su negocio a la creación de zapatos para las reinas, lo suficientemente resistentes como para soportar el peso de un hombre. Junto a ellos, estará también Angy Fernández, que encarna a Lauren, una trabajadora de la compañía, que acompaña al protagonista en sus peripecias,

Para Barbosa, es todo un cambio de registro y embarcarse en esta aventura le ha supuesto mucho trabajo. El actor protagoniza el musical en una lengua que no es la suya, por lo que el esfuerzo ha sido mayor. A esto se suma la dificultad de encarnar a una drag queen, para lo que tuvo que integrarse por completo en ese mundo. Para él, era esencial interpretar al personaje con propiedad: «Era importante saber escuchar y moverme dentro de ese universo para defender bien lo que estoy haciendo. No quería ser un chiste, sino interpretar algo en lo que confío«, comenta.

Una obra con un mensaje necesario

Bajo el aura de felicidad, el musical oculta grandes reivindicaciones. Diges considera que Kinky boots predica un mensaje esencial en los tiempos que corren: «El de ser tú mismo, respetar a la gente que hay a tu lado, seguir tus sentimientos, creer en ellos y no tener miedo a sacarlos». El actor admite que este papel le está haciendo vivir un viaje maravilloso, uno de los más grandes de su carrera. Además, apunta que decidió afrontar a Charlie sin referencias de las otras versiones del musical, para hacerlo suyo.

La dirección está a cargo de Ricky Pashkus, que considera que el musical llega en un momento muy importante, en el que es necesario seguir luchando por dar visibilidad al colectivo. En Kinky boots, las drag queens toman el protagonismo, trayendo al frente una cultura «más de nicho», que solía quedar relegada a los bares. Para Pashkus, este es un paso más en la integración: «Si tú has bailado al final de esta obra, serías muy mala persona para cambiar de idea y tener actitudes en la calle de las que ya no podemos aguantar más», cuenta.

Kinky boots se estrenó este martes en Madrid, donde espera que tenga una gran acogida. De momento, estará de miércoles a domingo en el Espacio Ibercaja Delicias, un nuevo lugar creado para acoger eventos culturales. Ahí comparte espacio con otros éxitos, como ‘The Hole X’, con Álex O’Dogherty como maestro de ceremonias. Las entradas ya están disponibles y cada vez son más los que se acercan a disfrutar de esta experiencia de Broadway única.

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Imagen de portada: Nacho Careaga