EL UNIVERSO DE ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA LLEGA A CIBELES

El colorido mundo de Ágatha Ruíz de la Prada aterrizaba esta mañana sobre la pasarela de Madrid Fashion Week 2016. El desfile ha comenzado, para sorpresa de todos los espectadores, con un robot que tuiteaba y que nos sumergía de lleno en el universo –extremo y loco– creado por la firma hace ya muchos años. Entre tanta aparente irracionalidad y espontaneidad, se aprecia que esas prendas cómodas y psicodélicas no son en realidad tan fáciles de confeccionar ni tan simples de llevar.

Cada diseño, cada creación posee miles de detalles perfectamente acabados y mezclando múltiples materiales que incluyen relieves, brocados e infinidad de tejidos de distintas características. De entre todos ellos, destacamos la lana y el algodón de calidad –materiales por excelencia de la colección- en un intento de reivindicar unos mejores hábitos dentro de la industria textil. Aunque la firma ha mantenido su signo de identidad por excelencia, la diversidad de colores, podemos decir que ha experimentado un visible cambio con respecto a otras colecciones pues con cierto aire setentero, explora nuevas siluetas aliñadas con imposibles plataformas de vértigo y flecos. Por otro lado, veremos como la diseñadora apuesta por la comodidad con prendas fáciles de llevar como es el caso de pantalones tipo palazzo o vestidos de corte recto. Podemos decir que estamos ante una de sus líneas más comerciales. Los corazones, las rayas y estampados, imposibles de describir, han dado el toque identificativo a la colección al igual que lo han hecho los tonos morados, naranjas y azules con un punto de lo más galáctico.

Y tras pasar, uno tras otro, todos sus diseños y justo cuando pensábamos que ya no podía sorprendernos muchos más, especialmente a sus devotos seguidores, una fiesta de color con algunas personalidades del público invadía la pasarela a modo de despedida.