Rocio Carrasco desvela la estrategia de Antonio David, su amor a Fidel y la relación con sus hermanos.

Una vez más, Telecinco ha conseguido que el domingo le corresponda a Rocio Carrasco. Una chaqueta rosa, un voilà, un ave fénix y una persona abriéndose en canal para conocer la verdad que España desconocía. Los domingos de Rocío ya son toda una tradición y cada titular que lanza la hija de Rocio Jurado en el documental es cada vez más potente. Los medios se hacen eco de nuevas informaciones y tratan de conocer la repercusión de los perjudicados durante la semana, pero no dan abasto por que tan sólo 7 días después Rocío abre la boca de nuevo, y vuelve el tornado de emociones que nos conmociona a todos. Aunque hay algunos que no se creen esta nueva versión de la historia.

El pasado domingo 4 de Abril se emitían el episodio 4 y 5 de la docu-serie. Los grandes temas a tratar fueron las supuestas infidelidades de Rocio hacia Antonio David. La entrada de Fidel Albiac a la vida de Rocío. La llegada de sus hermanos adoptivos, Gloria Camila y José Fernando. La película que Antonio David hacía delante de las cámaras para hacer caja. El comportamiento de Rocio Jurado ante todo lo que estaba sucediendo. El accidente de coche de Fidel y Rocío. Un sinfín de emociones, una vida llena de subidas y bajadas que Rocío relataba entre lagrimas.

«Durante el verano de 1999 fue donde empezó todo el vapuleo mediático. Antonio David empezó a construir una historia y, para demostrar que yo era mala madre, él utilizaba que yo le había puesto los cuernos. No lo hice nunca. Lo debería de haber hecho», comentó Carrasco. «Ese verano aparece Fidel, cuando le vi, en ese mismo momento supe que de alguna forma era para mí», relató. Al poco de empezar su relación con Albiac, tuvieron un trágico accidente casi mortal para Rociíto y por el que estuvo un mes hospitalizada. Este suceso hizo que ella y su padre se distanciaran ya que su familia culpó a Fidel de lo sucedido. «Hacen que lo atiendan mínimamente. No le dejaron ni 24 horas en observación que era lo mínimo tras un accidente tan grave”

La relación de Rocio con sus hermanos Gloria y José Fernando no ha sido tan idílica como en los cuentos, excepto al principio «Yo estaba encantada con los niños… Mi madre estaba muy feliz porque sabía que con ello estaba haciendo muy feliz a José. Mi madre tenía esa faceta de la maternidad cubierta, pero José no». Es más, la adopción de ambos hermanos fue complicada debido a la suma de edad que tenía el matrimonio de Ortega y Jurado por lo que necesitaban la firma de otro tutor que se hiciera responsable de la educación de estos si el matrimonio faltaba en algún momento. Dicha firma y responsabilidad la proporcionó Rocio Carrasco. A pesar de ello y de que sus hermanos han crecido junto a sus hijos, actualmente Rocío Carrasco no tiene ningún tipo de relación con Gloria Camila y José Fernando.

Además, todo esto está haciendo que tengamos otra visión de La más grande, que siempre ha tenido fama de ser una mujer de armas tomar, feminista, luchadora, con carácter, decidida e independiente. Esta imagen se evapora tras las palabras de su hija en el documental. Ya que Rocío Carrasco se ha referido a su madre en repetidas ocasiones, y en la mayoría de ellas la ha dejado como cobarde, al menos ante Antonio David Flores. La protagonista ha relatado que le contó a su madre que él la maltrataba y que la cantante no hizo nada.