En plena promoción del regreso del Grand Prix a RTVE, una de sus nuevas presentadoras, Lala Chus, ha sido víctima de una oleada de comentarios gordófobos en redes sociales. Ante esta situación lamentable, Anne Igartiburu ha querido alzar la voz públicamente para mostrar su apoyo a la cómica fuenlabreña, dejando claro que ya es hora de plantarle cara al odio gratuito que circula por internet.
Durante la emisión del programa D Corazón el pasado 21 de junio, el equipo abordó la polémica con contundencia. Anne, que ejerce de presentadora del espacio, no dudó en posicionarse de forma clara: “Desafortunadamente, es el pan nuestro de cada día. El odio en muchos mensajes en forma de gordofobia”. Una frase breve, pero que resume perfectamente lo normalizado que está este tipo de acoso, especialmente hacia mujeres que se exponen públicamente.
Como parte del análisis del caso, el programa emitió un fragmento de la intervención de Lala Chus en La Revuelta, el nuevo espacio de David Broncano en RTVE Play. Allí, lejos de mostrarse afectada, la presentadora respondió con inteligencia, humor y mucha entereza a quienes la atacan:
“Si estás un poquito enfadado con la vida, le pides un abrazo a alguien, que al final lo que tú necesitas es un poquito de amor, te das un paseo, te tomas un tinto de verano y dejas en paz a la gente que solo quiere trabajar y ser feliz.”
Una respuesta que, como en otras ocasiones, refleja su estilo: natural, directo y con una capacidad admirable para transformar la rabia en reflexión.
Tras ver el vídeo, Anne fue un paso más allá e hizo una propuesta que, aunque polémica, cada vez suena con más fuerza en la conversación pública: “Que haya un nombre, un apellido y un DNI detrás de cada persona que tenga redes sociales”. Para ella, es la única forma realista de acabar con la impunidad con la que se insulta desde perfiles anónimos.

Durante el programa, también los colaboradores quisieron aportar su opinión. Gema Fernández apuntó que, en su experiencia, “la gente que no se pone foto de perfil suele ser la más cruel”, reforzando así la idea de que el anonimato digital es un caldo de cultivo para el odio. Por su parte, Alberto Guzmán fue aún más tajante: “¿Qué vacía tienes tu vida o qué de tiempo libre tienes para vomitar ese tipo de cosas en redes sociales?”, a lo que Gema añadió: “No es solo gordofobia, te critican por todo”.
Todo este debate pone sobre la mesa algo que ya no se puede seguir ignorando: la necesidad urgente de regular el comportamiento en redes, no desde la censura, sino desde la responsabilidad. Lala Chus ha demostrado que puede con todo, pero eso no significa que tenga que soportarlo sola. Y que voces como la de Anne Igartiburu se posicionen, es más que necesario: es justo y valiente.