Aunque el verano es la estación favorita para muchos, es una de las épocas más peligrosas por las altas temperaturas y la gran exposición bajo los rayos solares. Por ello, te traemos el elemento secreto para mantener tu piel protegida y cuidada: el aloe vera.
Se puede encontrar en varios formatos, como por ejemplo: sérum, crema hidratante o bruma facial. La mayoría lo conoce por sus propiedades calmantes, sin embargo, lo que hace que sea el ingrediente perfecto para todo tipo de pieles son todas las cualidades que nos ha explicado Paola Gugliotta, fundadora de la marca Sepai con un máster en dermocosmética y un postgrado en génetico e inmunología por Harvard.
Antienvejecimiento
El aloe vera estimula los fibroblastos, responsables de producir colágeno y elastina, creando una piel más firme y elástica.
Antioxidante
Su alto contenido en antioxidantes, lo convierten en un potente escudo protector anti-radicales libres.
Hidratante
Los mucílagos presentes en su composición viscosa ayudan a mantener la humedad de la piel y proporcionan además esa sensación refrescante.
Suavizante
El aloe vera es rico en aminoácidos, que actúan como suavizantes dela piel. Además, tiene efectos cohesivos sobre las células epidérmicas, mejorando la barrera epidérmica y evitando la descamación
Anti-rayos UV
Es también protector contra el daño producido por la radiación. Genera una proteína antioxidante, la metalotioneína, capaz de destruir los radicales libres evitando la supresión de las más importantes defensas naturales del organismo. También protege y repara las pieles fotodañadas.
Antitumoral
Estimula el sistema inmune gracias a su contenido en antraquinonas. La aloína antraquinona inactiva varios virus que pueden ser potenciales iniciadores del cáncer.
Anti-acné
El aloe vera contiene 6 agentes antisépticos, entre ellos el famoso ácido salicílico, que lo convierten en un potente antibacteriano. Asimismo, también posee zinc, que actúa como astringente, cerrando los poros.
Regenerante
El aloe vera es rico en aminoácidos esenciales favorece la creación de nuevos tejidos, la curación de heridas y regenerar pieles muy estropeadas y especialmente deshidratadas.
