Entre tanto futurismo, robots y las pelucas neón de Jeremy Scott llegó Oscar de la Renta a la New York Fashion Week para aportar un poco de calma a tanta visión de futuro. Una colección inspirada en la naturaleza con hojas, árboles y jardines florales.
En un espacio ataviado para la ocasión, dos líneas de árboles deshojados enmarcaban la pasarela en un ambiente de lo más otoñal, como la colección que nos proponen Fernando García y Laura Kim. Un abrigo oversize rojo abrió el desfile con un broche de hojas plateadas como detalle en la solapa, para dar paso a otros diseños con estampados animales y florales, que definían a la mujer que viste Oscar de la Renta, sencilla, sofisticada y natural.
Los colores que han bañado la pasarela son mostaza, rojo intenso y fucsia contrastados con bordados negro azabache, plata o dorado sobre telas de tul, terciopelo, seda y lana. La estrella de la colección ha sido un abrigo rojo de tul y otro negro de la misma tela adornado con paillettes dorados en la parte trasera. Además nos ha presentado prendas con transparencias muy cuidadas y otras propuestas como vestidos de noche con paillettes y mucho brillo.
Los volúmenes también se han apoderado de la pasarela, faldas y vestidos confeccionados a base de lunares, mangas abullonadas y faldas midi de capa adornadas con lazos en la cintura. Los peinados de las modelos hacían alusión a la propia colección, ya que mostraban su pelo al natural, melenas sueltas alisadas o recogidos sencillos.
De la Renta se aleja de los «modernismos» actuales para volver a los orígenes, lo natural y lo salvaje, prendas que perdurarán en el tiempo, a diferencia de las modas pasajeras que últimamente inundan las pasarelas. Sobre todo ha querido evocar los estilismos de los años 50 y nos ha traído de vuelva el bolso caja que próximamente abarrotará el street style de cada ciudad.
Sin lugar a duda la nueva colección de Oscar de la Renta cumple con la filosofía «See now, buy now» y puede permanecer en nuestros armarios durante muchos años, debido a su concepto atemporal y sofisticado.